Mota del Cuervo, una encrucijada de caminos en Cuenca

Belén Valdehita

Justo en el vértice donde convergen las provincias manchegas de Cuenca, Toledo, Ciudad Real y Albacete se encuentra la localidad conquense de Mota del Cuervo. No es extraño que el municipio esté rodeado de varias carreteras con destinos muy diferentes, como Tarragona, Córdoba, Madrid o Alicante.

Conocido como “El Balcón de la Mancha” desde 1967, este pueblo es un destino perfecto para disfrutar de su patrimonio, gastronomía, costumbres y tradiciones, todo ello al más puro estilo castellano manchego.

Empezamos por su abundante patrimonio monumental, ya que Mota del Cuervo ofrece al viajero maravillosas obras arquitectónicas civiles, religiosas, defensivas e industriales. Llaman especialmente la atención las casonas señoriales repartidas por la población, con sus sobrios y elegantes portalones, rejas y escudos.

Entre los monumentos y lugares más representativos de Mota del Cuervo, mencionar la casa señorial de los Condes de Campillos, del siglo XV; el antiguo Hospital de Pobres, construido entre los siglos XV y XVII; la Plaza Mayor; el castellano edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII; la Tercia Real, con el escudo real de los Reyes Católicos en su fachada; la Iglesia del Santo y la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel; el Pozo de las Nieves, declarado Bien de Interés Cultural, o el pintoresco barrio de las Cantarerías.

Hay otra visita imprescindible en Mota del Cuervo. Se trata del bello conjunto de Molinos de Viento que se halla en lo alto de la sierra. El mejor día para visitarlos en es sabado, ya que ese día tiene lugar una molienda tradicional en el molino denominado “El Gigante”.

Pero Mota del Cuervo, además de su patrimonio artístico, posee otros muchos atractivos. Es el caso de su gastronomía. Basada en la tradicional cocina manchega, posee sus propios rasgos diferenciadores. En sus platos son habituales las verduras y legumbres, las carnes de caza, el cordero y el cerdo.

El origen de la gastronomía de Mota del Cuervo es la cocina de los pastores, por lo que no es raro encontrar deliciosos platos como el cordero a la caldereta, los huevos rellenos de Sancho, las gachas de matanza, las migas ruleras, el mojete, el morteruelo, el pisto manchego, el potaje o la sopa de pan y de ajo. Para los más golosos, no deben dejar de probar los mantecados de canela, la sandrajá o el mostillo con arrope. Los más sibaritas encontrarán en Mota del Cuervo excelentes ajos, embutidos, aceite y vinos para llevarse de regreso a casa.

En cuanto al alojamiento en Mota del Cuervo, desde Hoteles.net recomendamos hoteles como el Mesón de Don Quijote, de tres estrellas, un alojamiento de tipo rural que cuenta con piscinas interiores y exteriores, gimnasio, conexión Wi-Fi gratis y TV vía satélite; el Hostal Rural Plaza, de dos estrellas; el Hostal Casa La Mota, de una estrella, o las casas rurales Sancho Panza, Barrio del Pilar y Quintería Casa Honorato.

Aunque siempre es buen momento para visitar Mota del Cuervo, hay épocas más especiales y emotivas para conocer esta localidad conquense, como por ejemplo en el mes de agosto. A primeros de este mes tiene lugar una de las tradiciones más populares de la población, la “Traída de la Virgen”, o lo que es lo mismo, la bajada de la Virgen de Manjavacas desde su ermita, a siete kilómetros del pueblo, cargada por los anderos, que bajan corriendo hasta el pueblo. También es típica la festividad de Garganteras, el 3 de febrero, fecha en que los padrinos de bautizo de cada niño le hacen un obsequio, lo que se denomina poner las garganteras. En el segundo domingo de Cuaresma se celebra el Cantar la Llueca, que consiste en merendar un bollo llamado Llueca con chocolate, pero antes de comerlo hay que cantar una conocida canción del lugar.

Partiendo desde Mota del Cuervo se pueden realizar interesantes excursiones, como la Ruta del Camino de Santiago del Sureste o la Ruta de Don Quijote. Esta última incluye los molinos de viento y la Ermita de Manjavacas.

También ofrece Mota del Cuervo atractivas propuestas para los amantes de la naturaleza, como la Laguna de Manjavacas, declarada Zona de Especial Protección para Aves.

Mota del Cuervo, en Cuenca, es una auténtica encrucijada de caminos, y un lugar ideal para detenerse y conocerla a fondo camino de nuestro próximo destino.

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